“Así se va a las alturas”: historia, vuelo y legado en un solo trazo

En la Escuela Militar de Aviación “Marco Fidel Suárez”, EMAVI, una obra trascendió su naturaleza artística para convertirse en emblema, memoria y símbolo de la pasión por volar. Se trata de Así se va a las alturas, un lienzo que inmortaliza el espíritu, la historia y la evolución de la Fuerza Aeroespacial Colombiana.

La pintura fue creada en 1981 por Ferrando Acuña, destacado aeromodelista colombiano y ferviente apasionado por la aviación, durante su paso por la EMAVI, donde trabajó por tres años. Movido por su amor al vuelo y el anhelo de dejar una huella imborrable, propuso al entonces director de la Escuela, General Óscar Mario Acero Dávila, la creación de una obra que resumiera visualmente la esencia de la formación militar aeronáutica.

Más que una simple representación de aeronaves, la pintura constituye una narrativa visual que recorre los hitos históricos de la aviación en Colombia. Desde los aviones franceses de la Primera Guerra Mundial hasta modelos emblemáticos como el Mirage MK V, el Texan, el T-41, el DragonFly y el Mentor FAC310, cada aeronave plasmada representa una etapa decisiva en la formación de los “caballeros del aire”.

La composición simula el trayecto de un vuelo: inicia en una pista de despegue y se eleva hacia el cielo, guiando la mirada de izquierda a derecha. A lo largo de esta trayectoria no solo evolucionan las aeronaves, también lo hace la figura humana. El hombre, inicialmente vestido de forma sencilla, se transforma gradualmente en un piloto militar con su característico overol de vuelo, en una metáfora visual del crecimiento profesional y personal que se vive en la Escuela Militar de Aviación.

El lienzo se enmarca en el paisaje del Valle del Cauca, con la emblemática Hacienda El Guabito al fondo.

Cuarenta años después, la obra ha sido restaurada con esmero por Andrés Ariza, hijo del artista, quien, con sensibilidad y respeto, revivió los colores, las formas y el alma del cuadro. Este acto de restauración no solo preserva la memoria de su padre, sino que renueva el valor simbólico que esta pintura representa para la institución.

Hoy, “Así se va a las alturas” vuelve a brillar en la EMAVI, inspirando a las nuevas generaciones de oficiales que, con vocación, disciplina y honor, se preparan para liderar el poder aéreo, espacial y ciberespacial de la Nación.