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Suboficial, madre, esposa, hija, definidas en una sola palabra: MUJER

Suboficial, madre, esposa, hija, definidas en una sola palabra: MUJER

No queremos finalizar el mes de mayo, mes de las madres, sin antes realizar un homenaje a través de este espacio dedicado a resaltar el trabajo que día y noche ejerce los miembros de la Fuerza Aérea Colombiana. Los últimos meses los hemos vivido de manera diferente, dadas las actuales condiciones de salud pública, sin embargo, estas circunstancias no pueden ser barrera para rendir homenaje a nuestras mujeres: abuelas, madres, esposas, hijas, hermanas, predispuestas instintivamente con un sentido de protección y ternura, con unas calidades y cualidades humanas que las hace incomparables e inigualables.

Bajo esta premisa aplicada a cada mujer, queremos destacar la vida de la Técnico Segundo Adriana Paola Espinosa Guerrero, Suboficial músico, flautista, integrante de la Banda Sinfónica de la Escuela Militar de Aviación “Marco Fidel Suárez”, quien desde muy pequeña ha tenido esa inclinación, ese talento y esa pasión por la música, la cual ha combinado con la pasión y el amor que siente por la Fuerza Aérea Colombiana.

Poco a poco, con tenacidad, ha ido cumpliendo cada una de sus metas y sueños, en esta época de pandemia, añora con tristeza, pero igual con alegría, la compañía de su madre, la señora Clara Consuelo Guerrero Pineda (Q.E.P.D.), su ejemplo, fortaleza, su amiga y compañera, “mi madre siempre creyó en mi talento hacia la música y me apoyó en todos mis proyectos, tanto profesionales como personales, gracias a su apoyo incondicional, conocí el mundo de la música, por medio del cual hoy tengo la oportunidad de pertenecer a la Gloriosa Fuerza Aérea Colombiana desde el año 2006”.

Nació en la ciudad de Bogotá en el año 1986, del hogar compuesto por Jairo Enrique Espinosa Castañeda y Clara Consuelo Guerrero Pineda, empezó su estudio musical en el conservatorio del Tolima desde muy niña, participando en encuentros, festivales y concursos de música colombiana a nivel nacional desde muy corta edad. Posteriormente, cumplió su sueño de pertenecer y portar orgullosa, el azul celeste distintivo del Cuerpo de Suboficiales de la Fuerza Aérea, al recibir su grado como Suboficial Aerotécnico del Cuerpo Logístico, en diciembre del 2006 y posteriormente recibir un título como profesional en música, de la Universidad del Valle.

A lo largo de su trayectoria como suboficial músico de la Banda Sinfónica, ha alternado su vida militar con el desarrollo de su potencial profesional y su vida personal, lo que le ha permitido viajar por diferentes ciudades de Colombia y el mundo, portando con orgullo y altivez ese uniforme y dejando muy en alto el nombre de la institución, a través de la cultura. “Recuerdo con satisfacción y orgullo haber obtenido el primer puesto instrumental el Gran Premio Mono Núñez con el Sexteto “5 + 1” de la FAC en el año 2008, galardón que tuvimos que luchar y conseguir, con mucho esfuerzo, horas, días y semanas enteras de ensayo”.

“En el año 2011, tuve la oportunidad de viajar a Turkía, haciendo música folclórica colombiana, donde pude conocer la hermosa cultura euroasiática de mezquitas y turbantes, luego, en el año 2012, tuve la oportunidad de participar con seis músicos más de EMAVI, en la gira “La Via Dei Concerti” en Italia, España y Alemania, en representación de la Fuerza Aérea Colombiana, brindando apoyo al proyecto de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Valle del Cauca, conformada por niños de sectores vulnerables de la Ciudad de Cali integrantes del programa nacional Batuta”.

Además de la satisfacción personal, al poder desarrollar su actividad profesional musical, ha recibido grandes reconocimientos de parte de la FAC, por su labor: la Medalla Militar “Marco Fidel Suárez”, la Cruz de la Fuerza Aérea y la Medalla Militar “Marco Fidel Suárez” Edición Especial, logros que la llenan de orgullo y de motivación para continuar honrando la Institución que quiere y respeta profundamente.

Actualmente, conforma una hermosa familia integrada con su esposo, el Técnico Segundo Christian Mauricio Guerrero Espinosa, músico saxofonista y su bella hija Isabella, de 4 años, espacio donde ha tenido que alternar funciones como militar (con la difícil responsabilidad de ser la suboficial más antigua de la Unidad), como músico, interpretando la flauta, el flautín y su dulce voz, el roll de madre, esposa y hasta hace muy poco, bastión de su madre, ante una grave enfermedad que padecía.

La gran tristeza que le produce la reciente pérdida de su madre, la supera pronto con las distintas actividades que debe realizar a diario en el campo laboral y familiar, afrontando con estoicismo las dificultades de la actual situación de trabajo en casa, siempre con el recuerdo, las enseñanzas y el ejemplo que recibió en el seno de su hogar, continúa su vida dando su aporte con música, con actividades propias de su rol de militar y actividades administrativas de la Banda Sinfónica, todo esto sin descuidar sus labores de hogar, el acompañamiento y la dedicación que requiere su pequeña hija, que no comprende la actual situación de salud pública, de cuidados y el acuartelamiento, producto de la pandemia.

Todos los sueños, metas y logros alcanzados, los dedica a su familia y a la Institución, por los que lucha, por los que vive y que son su razón de ser, su orgullo y su vida. El tiempo apenas si le alcanza para dar cumplimiento a las actividades laborales y del hogar, estar presente en la toma del parte diario, las reuniones virtuales con el director de la Banda para continuar con el desarrollo de las actividades musicales, la elaboración de videos, cantando o interpretando la flauta o el flautín, elaborar diferentes documentos administrativos y cumplir con los servicios de régimen interno de la Unidad, copan gran parte de su tiempo.

“La verdad creo que somos muchas madres en la misma situación, tenemos que repartir el tiempo para cumplir nuestras funciones al tiempo y terminamos más cansadas que antes, cuando debíamos hacer el trabajo presencial, esta cuarentena ha sido una experiencia gratificante y de crecimiento personal. Es satisfactorio realizar mi trabajo desde casa y al tiempo, tener la oportunidad de guiar y acompañar a mi hija en su proceso de escolaridad virtual, dado que prácticamente me he convertido en su “maestra””.

Hoy, a pesar de la distancia, de la virtualidad, no podemos dejar de lado un homenaje a la mujer y lo hacemos a través de la Técnico segundo Adriana Paola Espinosa Guerrero, su tenacidad es ejemplo para otras personas, no solo en tiempo de pandemia. Ella ha sido, es y será, ejemplo a seguir.

Autor
Comunicaciones Estratégicas EMAVI

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