Los pilotos de la Fuerza Aérea Colombiana siempre se han caracterizado por ser hombres y mujeres formados bajo principios y valores, para quienes volar significa más que poder visualizar desde el aire el campo de batalla, es darse cuenta de todas las ventajas y las capacidades distintivas con las que cuentan para sobrepasar obstáculos naturales y responder de manera rápida y efectiva ante cualquier situación; en esencia, actos místicos que representan la pertenencia institucional y el sacrificio que demanda ejercer misiones tan arduas, y a la vez tan enaltecedoras como la de los hombres y mujeres del aire.