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Cadete Caviedes un ejemplo de resiliencia y amor por su País

Cadete Caviedes un ejemplo de resiliencia y amor por su País

Pertenecer a las Fuerzas Militares de Colombia, es símbolo de voluntad, fortaleza, valentía, compromiso, dedicación y muchos otros calificativos que sin lugar a duda reflejan un estilo de vida que se acepta al decir “sí juro”. Con estas dos palabras es que inició la carrera militar de la Cadete de segundo año, Valentina Caviedes Castro, una joven huilense quien a su corta edad, ha tenido que combatir por su vida y hoy se forma en la Escuela Militar de Aviación por la vida de millones de colombianos a los cuales servirá al país. Sin más preámbulo, su historia…

“Nací en un pueblito del Departamento del Huila llamado El Pital, mis padres me tuvieron a muy temprana edad, mi papá José Luis Caviedes Camacho un policía y mi mamá Yina Paola Castro Vargas una estudiante de bachiller. Crecí en una familia llena de amor. A lo largo de mi infancia debido al trabajo de mi papá, estuvimos viviendo en diferentes partes de Colombia; sin embargo, cuando me encontraba realizando tercero de primaria, mis padres decidieron que viviríamos en Neiva- Huila, allí ingresé al colegio de La Presentación, un colegio femenino, católico y donde me gradué de bachiller en el año 2017.

Siempre he sido una niña muy consentida y amorosa. En el colegio me destacaba por ser muy responsable y dedicada, académicamente me iba muy bien. En una época de mi vida, tuve la ilusión de ser modelo o presentadora. Cursando mis últimos años de bachillerato, presenté un casting para ser parte de una importante feria de moda en mi ciudad, fue un momento muy importante ya que me estaba enfrentando a mi primer gran sueño, para mi dicha pasé el casting, participé en esa y en muchas ferias de moda”.

¿Cómo nace la idea de pertenecer a la Fuerza Aérea Colombiana? ¿cómo lo afrontó su familia? - “recuerdo que de pequeña me gustaba jugar con los uniformes de mi padre y decir que era policía. En grado once, la Fuerza Aérea fue al colegio a dar una charla, me gustó mucho. Al llegar casa, le conté a mi mamá, ella me dijo que le comunicara ese sentir a mi papá, al llamarlo, no me dejó terminar de hablar e inmediatamente me respondió que me apoyaba y que le parecía una carrera muy linda, aunque toda mi familia tenía ciertas dudas ya que todos pensaban que mi rumbo era el modelaje. Inicié el proceso de incorporación y día a día se fue convirtiendo en nuevo reto para mi vida, ya que se había convertido en mi sueño principal y no había nada que me gustara más que pertenecer a la Institución. En ese momento, lo más importante era que contaba y sigo contando con todo el apoyo de mi familia. Considero que mi decisión se dió debido a que inicialmente no me gustaba nada que tuviera que ver con Fuerzas Militares o Policía por mi papá, ya que él nunca podía compartir tiempo conmigo, siempre estaba trabajando, pero fue tanto el amor que mi padre demostró por su Institución que me formó con la doctrina de velar por la soberanía de mi País. Por tanto sin darme cuenta, le fui teniendo un cariño sobrenatural al trabajo de las Fuerzas Militares y la Policía, queriendo seguir los pasos de mi padre.

Ingresé al curso Nº 94 de Oficiales regulares al Programa de Ciencias Militares Aeronáuticas. Recuerdo mi primer día, todo era algo muy raro y nuevo para mí, era la primera vez que me separaba de mis padres, y el sentir el cambio a esa nueva vida militar. Viví momentos difíciles; sin embargo la camaradería y apoyo con mis códigos, en cierto modo le cogimos cariño a cada vivencia de la Escuela, repetiría sin pensarlo mi primer año, fue muy especial para mí, aprendí muchas cosas, entre las cuales a ser una persona íntegra, a disfrutar de las pequeñas cosas y valorar hasta lo más mínimo”.

¿Qué la llevó a ausentarse por un lapso de la Escuela? – “en mi segundo año de Escuela, me ví afectada por una enfermedad, un carcinoma bien diferenciado, por el cual, tuve que suspender mis estudios e iniciar la cirugía de extracción del tumor y vaseamiento ganglionar, además pasar por una serie de tratamientos, como quimioterapia y radioterapia; fue un proceso muy difícil, yo creo que para nadie es fácil asimilar el hecho de tener cáncer y más aún, el tener que abandonar sus sueños, la Escuela era como mi nuevo hogar.

Adicional al dolor, tuve que pasar por la desestabilización emocional y física, las quimios y radios no eran algo fácil, pero gracias a Dios siempre conté con el apoyo de mis padres y de la Fuerza Aérea, claro que tuve momentos en los cuales quería desfallecer y sentía que no podía, pero tenía que salir adelante y que nada me iba a quedar grande”-.

Luego de pasar por esa etapa ¿cómo vive el día a día? – “mi vida cambió por completo, en el momento solo me lamentaba, no entendía por qué a mí me pasaba esa situación, pero después de un tiempo, entendí que Dios todo lo hace perfecto y si eso pasó fue para algo, tal vez ahora podré ser la voz de aliento de alguien que se encuentre mal o seré ejemplo para otra persona, considero que todo es cuestión de confiar en nosotros mismos y saber que somos capaces de mucho más de lo que creemos, que si nos caemos, tenemos la capacidad de levantarnos con más ganas”-.

Usted tuvo la oportunidad de iniciar una vida en la civil, iniciar otra carrera, ¿qué la motivó a regresar a la Escuela? - “me motivó el simple hecho de que yo vivía la vida que muchos quieren pero que pocos pueden tener, tenía la posibilidad de volver a continuar luchando por mis sueños, el hecho de llevar el legado de mi apellido, de haber sido escogida una entre mil, de saber que estaba haciendo algo que me motiva y me apasiona, cuando me encontraba enferma y veía algo de mi Fuerza Aérea era un motivo para mí, mejorarme pronto para regresar”-.

¿Quién es ahora la Cadete Caviedes? – “Valentina Caviedes Castro ahora es una mujer que sabe del potencial que tiene, que al salir de esa situación tan difícil, sabe que tiene que comerse al mundo, que debe cumplir sus sueños, que si se cae se levanta con más ganas, es una mujer proactiva, que supera todos los miedos que se le aparezcan porque sabe que el miedo es una barrera entre donde está ahora y a dónde quiere llegar, una mujer que se levanta cada mañana como si estuviera a un paso de sus sueños, una mujer que sabe que un momento de dolor vale toda una vida de gloria, una mujer que desea ser cada día una mejor versión de sí misma, una mujer que desea ayudar a los demás, que tiene clara su vocación de servicio, una mujer que como lo dice la canción de mi curso “si tuviera que escoger volvería a jurar, defenderla con mi vida y siempre ver su libertad”.

Dos meses después de reincorporarme en la Escuela, recibo otra noticia que jamás esperé recibir, mi padre un policía íntegro que prestaba sus servicios por más de 24 años a la Policía Nacional, falleció a causa del COVID - 19, hace un año estaba yo luchando por mi vida y ahora otro dolor embarga mi alma, hoy puedo decir que Dios le da las batallas más duras a sus mejores guerreros y que debo continuar luchando por mis sueños, llevando conmigo todo lo que mi padre me inculcaba y sacar adelante mi carrera para que él desde el cielo se sienta orgulloso de mí, acepto la voluntad de Dios porque sé que su tiempo es perfecto y el legado de mi padre yo lo continuaré con muchas más ganas de las que ya tenía y con el orgullo de ser una Oficial de mi Fuerza Aérea Colombiana, porque Así se va a las Estrellas”.

Autor
Comunicaciones Estratégicas EMAVI

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