Reseña histórica
La Escuela Militar de Aviación “Marco Fidel Suárez”, donde se forman los héroes que llevan como símbolo emblemático el águila arpía, lleva el nombre de este memorable expresidente y con él, su impronta imborrable de humanismo e integridad. Su persistencia fue tan necesaria como oportuna para que naciera esta Institución en 1919, garante de la salvaguarda del territorio nacional.
Varias misiones extranjeras orientaron el desarrollo de la naciente aviación. Cierres temporales junto a dificultades económicas obligaron su traslado a la población de Madrid (Cundinamarca), hasta que, en 1933, se estableció definitivamente en la hacienda “El Guabito”, en Santiago de Cali, donde ha funcionado ininterrumpidamente en forma exitosa.
La alma máter ha graduado más de 96 promociones de Oficiales en las especialidades de pilotaje, navegación, mantenimiento, abastecimientos, comunicaciones, seguridad y defensa de bases, armamento aéreo y defensa aérea.
La Escuela ha experimentado cambios significativos y uno de los más sobresalientes es la incorporación de la mujer, tanto en el campo profesional administrativo como en la carrera de cursos regulares, jóvenes damas que se han desempeñado en todas las especialidades, escalando los grados militares con las más altas expectativas de proyectarse en el mando.
La formación militar y académica constituyó desafíos permanentes para el cadete, desarrollando potencialidades físicas y humanas enmarcadas dentro de un exigente ambiente de disciplina y responsabilidad, que lo hacen partícipe directo de los éxitos alcanzados por la Fuerza Aeroespacial Colombiana.
Desde hace 90 años, y bajo el lema “La Ciencia mi Ruta, mi Meta el Espacio”, la Escuela Militar de Aviación aborda con liderazgo y profesionalismo la formación integral de los futuros Oficiales líderes en el campo militar, profesional y aeronáutico para el desarrollo de operaciones aéreas militares.
La esencia de su Misión es comprender y promover el desarrollo y fortalecimiento de las competencias profesionales, militares, académicas y de vuelo de los Alféreces y Cadetes, buscando la excelencia en los ámbitos académico, militar y aeroespacial.
Para ello, la experiencia de volar está soportada por una instrucción básica en equipos como el Mescalero T-41 de sencilla tecnología, alta confiabilidad y seguridad y el T-90 Calima, ensamblado en Colombia, que complementan satisfactoriamente la formación en vuelo, con criterios de moderna tecnología aeronáutica para estar a la altura de las principales Fuerzas Aeroespaciales del mundo.
A esta flota de aviones de entrenamiento se suman 04 aeronaves Cessna 172 Skyhawk, incorporados recientemente, para complementar la formación e instrucción que, junto a otras importantes herramientas como medicina de aviación y los principios fundamentales de seguridad aérea e industrial, presentan una Escuela Militar de Aviación confiable, tanto humana como tecnológicamente, responsable y altamente calificada.
A la fecha, ha graduado más de 2000 pilotos, quienes, con disciplina y vocación de servicio han sido parte de la construcción de nuestro país, batallando de manera exitosa y sin descanso, convirtiéndose en símbolo de vigor, eficacia y determinación.
La academia de la oficialidad militar colombiana está constituida por un grupo de Cadetes y Alféreces que viven de acuerdo con un código de honor e integridad, fortalecido con sus acciones para mantener el honor y la integridad a toda prueba: así se forman los líderes del poder aéreo y espacial en la Fuerza Aeroespacial Colombiana.
Ellos cumplen con un régimen interno, bajo el "Modelo Estrella", fundamentado en cinco componentes: Militar, Deportivo, Líder Aeronáutico, Profesional y de Servicio, desarrollando un liderazgo personal, competitivo, organizativo y social, afianzando valores y principios, potencializando las habilidades y destrezas para el estudio, innovación, diseño y control de las aeronaves.